
Llegó el momento de hablar de los improbables
Y encender algunas incertidumbres
Llegó el momento de montarse en las creencias
Y despejar el humo de lo certero
Llegó el momento de quemar algunos barcos
- solo algunos-
y descolgar los cuadros mas debiles del cuarto.
Llegó el momento de soltar amarras
Y aferrarse a lo mas incondicional de cualquier condición
Llegó el momento de desplegar las alas para reconocer mejor el terreno
Y no olvidar que lejos o cerca no se mide en kilómetros
Llegó el momento de pulsear con el indice
Y poner la fuerza en el lugar correcto
Llegó el momento de dejar de imitar a la mariposa nocturna
Y no morir en el vano intento de quebrar la lámpara.
Llegó el momento de ponerle un punto de llegada al infinito
Y dejar de traficar ángeles por el barrio
Llegó el momento
Y digo accion y grito ternura.
Ciri
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