
Lo digo a la manera
de Zelarayán,
Salvando distancias
( y acercando partes )
Lo uno y lo otro,
Lo contrario de todos.
Me vuelo la cabeza con balas prestadas
Y revolveres difuntos.
Me quemo con las cenizas
Del individuo feroz
Ahogado dentro del ombligo,
El mundo es solo una pulga
Y la verdad un puño
que deja sangrando el rostro amado.
Con la verdad no alcanza,
con los fuegos de la lluvia
tampoco.
Soy humo a la altura de la altura
Las mieles de lo que vendra
es dulzor de ausencias.
Te sigo buscando.
La ruta del perdón
Nos quema los pies.
CIRI