
I
Ya no llueven promesas,
Solo asoman tormentas
de incredulidades
Su aliento me llama.
Me sopla
Me dice
Que me gane ese reino
Que es mío.
Pero no le creo.
Estoy acostumbrado a las trampas
E invierto el valor de todo:
Palabra y objetos.
Señales y ruidos.
II
Ya no sale el sol de los encuentros
Se dibuja una luna tibia
De mirada helada
Estamos inexorablemente solos
Desnudamente asustados
Clavados detrás de un vidrio roto
Sangramos un laberinto de miedos
Estamos en la ciudad de Dios
Bajo el gobierno de los demonios
Nos ahogamos
En una colmena de humo
Somos errantes tiesos.
Vagabundos inmóviles
Somos una especie extinguida
Buscando nacer.
POEMA INEDITO DE SERGIO CIRIGLIANO ( CIRI)
Ya no llueven promesas,
Solo asoman tormentas
de incredulidades
Su aliento me llama.
Me sopla
Me dice
Que me gane ese reino
Que es mío.
Pero no le creo.
Estoy acostumbrado a las trampas
E invierto el valor de todo:
Palabra y objetos.
Señales y ruidos.
II
Ya no sale el sol de los encuentros
Se dibuja una luna tibia
De mirada helada
Estamos inexorablemente solos
Desnudamente asustados
Clavados detrás de un vidrio roto
Sangramos un laberinto de miedos
Estamos en la ciudad de Dios
Bajo el gobierno de los demonios
Nos ahogamos
En una colmena de humo
Somos errantes tiesos.
Vagabundos inmóviles
Somos una especie extinguida
Buscando nacer.
POEMA INEDITO DE SERGIO CIRIGLIANO ( CIRI)