Hola, soy Ciri, el buscapiel…
Los magos son una raza inextinguible, por suerte.
Uno de ellos cambio mi vida…y también me regalo un lugar en el mundo.
Entrar en la piel de un mago puede ser la experiencia más fascinante e iluminada. En ella hay otro brillo, puede verse el azul de un domingo por la mañana, la furia templada de un poeta llamado Ataúd, las cárceles quemadas por la palabra-combustible de Foucault, el pez rabioso que hizo que la hidrofobia flotara en la laguna o el lirismo de brazos extendidos de un tal Beto que fue y será Capitán por mandato de la poesía.
La piel del mago que alguna vez ilumino lo peor y lo mejor de mi alma, le encendió colores a un montón de palabras que estallaron en mi un segundo antes del naufragio, me enseño a barrer oscuras tempestades con una guitarra blanca. Me enseño también que los verbos son colores, y a la hora de tomar el pincel puedo hacer del fuego un océano.
Este mago, alguna vez dibujo otro mago, uno de agua, que sigue escondido detrás de un puñado de canciones. Navegando sus mensajes celebro la vida, la poesía, el universo a veces prohibido de los niños que juegan en el cielo... Gracias a él ...un dia me anime a escribir, a desnudar mi propia piel y encontrar un lugar en este bendito planeta donde el uno mas uno, sumo mucho mas que dos, y muchos eligieron ser meros numeros y perder la luz, un nombre, una piel, una identidad..
Yo no perdì nada de eso. Y sigo ganado vida y mas vida...
Gracias, Flaco…Gracias, Mago…
FIRMADO, CIRI…EL BUSCAPIEL...
sábado, 9 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Muy bueno. Genial todo lo del buscapiel. Gracias por regalarnos esas prosas fabulosas.
Agustin
Publicar un comentario