los meros humanos

el desoir de los templos

lo que callan las ruinas
lo que gritan tus innumerables muertes
lo que refleja el espejo de los ciegos
lo que yace vivido entre los fuegos
el campanario de los idiotas
lo inocultable del deseo
la terca pornografia de los dioses
lo perecedero portando el nombre de los nadies y las nadas
lo que escapa entre los dedos y hacia ningun lugar
lo que somos, lo que fuimos y lo que seguiremos atacando

todo dentro del vaso medio vacío
todo sangrando por el mismo canal

me pregunto para cuando
un trago de ternura que nos embriague de verdad
para cuando una piel sin sal ni marea
un llamado que nos cobije
el reencuentro necesario con lo vital

para cuando
para cuando

CIRI