Y un dia descubrió que es imposible abolir los sueños,
Tanto como domesticar el instinto o despojarse de las llaves.
Y un dia su alma en celo besó la vagina de Dios
Y supo que el todopodeoroso era todopoderosa
Y abanicó sus espantos en un río de orgasmos afónicos
Y brotó del macadam su peor ciudad y su mas destemplado suburbio
Y desarmó las cúspides que mordían el poco cielo que alguna vez vibró debajo de sus pies.
Y conectó a 220 la quietud que ahora es un espasmo de luz.
Y miró
Y se calló
Y volvió a mirar
Quedó atrapado en el cuento de siempre
Con la piel sin nombre
Convocando sus mejores heridas
CIRI ( SERGIO L. CIRIGLIANO)
miércoles, 16 de septiembre de 2009
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1 comentario:
Caí de casualidad en tu blog. El poema es hermoso.
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